Tan pronto como se alcancen unas temperaturas mínimas de forma permanente para las plantas, estas pueden salir de su refugio de invierno. Las plantas mediterráneas con hojas fuertes como el de olivo, el laurel y la adelfa ya se pueden poner fuera a principios de abril si no se esperan más heladas. Sin embargo, todavía debe mirar el termómetro y consideran que a las plantas en maceta les afecta mucho más rápido las heladas que a las plantas del jardín. Así pues, las raíces pueden dañarse rápidamente. Pero si la temperatura baja unos pocos grados bajo cero, por lo general es suficiente con cubrir las plantas con lana, mantas o similares.
Las plantas tropicales deben permanecer en su refugio de invierno hasta que las temperaturas no sean inferiores a 10 º C. Las bellezas del balcón tales como geranios, fucsias o trompetas de ángel deben permanecer protegidas hasta mediados de mayo. Sin embargo, puede empezar a prepararlas para su hábitat de verano. Se pueden quitar los brotes enfermos, muertos y débiles. Ahora es el momento también para un nuevo corte. Las plantas se recortan y se les da forma a fin de que puedan brotar de nuevo con fuerza. Además, deben revisarse para que no tengan bichos. Muy a menudo se pueden encontrar bajo las hojas. Las áreas afectadas pueden ser cortadas con generosidad o lavarse, por ejemplo con agua y jabón suave. Dependiendo del bicho, se puede utilizar diferentes recursos biológicos, que deben, siempre que sea posible, utilizarse en vez de productos químicos.
Ahora, también es una buena ocasión para replantar sus plantas. El nuevo diámetro de la maceta debe ser de aproximadamente 3 cm más grande que la antigua maceta. Pero no es necesario hacer esto cada año. También puede, si la dimensión de la planta lo permite, sacar la planta de la maceta y reponer la tierra por otra con un alto contenido en nutrientes.
Debe asegurarse de que tanto la temperatura interior como la exterior, donde colocará plantas, son similares el día que saque sus plantas fuera. De esta manera las plantas no sufren un choque de frío. Aunque es muy tentador poner las plantas rápidamente al sol de la tan esperada primavera, es mejor sacar las plantas en un día nublado ya que las plantas primero tienen que acostumbrarse a las nuevas condiciones de iluminación. Para evitar las quemaduras solares, las plantas, primero tienen que colocarse a la sombra. Si esto no es posible, debe tapar las plantas con un paño fino con el fin de protegerlas contra los rayos UV. Lo ideal es encontrar una zona de sombra cerca de una pared donde las temperaturas son siempre unos pocos grados más altas. De esta manera, las plantas están bien preparadas para brillar en verano de nuevo con todo su esplendor.