La mayor parte de los árboles de Navidad disponibles son pinos y abetos. La diferencia más perceptible entre ellos es sencilla: las agujas de los pinos son más blandas, mientras que las de los abetos son punzantes al tacto. Esto hace que manipular los abetos sea menos agradable. Además, los abetos dejan caer más agujas que los pinos, que normalmente solo pierden unas pocas.
La frescura de un árbol de Navidad cortado puede conocerse por la frescura de su corte, pero esto es algo que solo los expertos saben reconocer con facilidad. En todo caso, un abeto que ya haya perdido muchas agujas sin duda es menos fresco, como un pino con las puntas de las ramas marchitas. Como los comerciantes locales de árboles de Navidad no necesitan vender árboles locales, sino que pueden igualmente importarlos, mire bien para valorar la frescura real de los árboles que le ofrezcan. Como es lógico, los más frescos son los que llegan directamente de su plantación.
Guardar los árboles antes de Navidad
La mejor manera de guardar el árbol comprado hasta que esté usted listo para decorarlo es en el exterior, preferiblemente en un lugar seco, como el garaje. Un soporte para el árbol de Navidad que le permita añadir agua mantendrá el árbol más fresco. Los soportes con sujeción por pedal resultan más prácticos: ¡Coloque el soporte, fije la sujeción en su sitio y listo! Pida al vendedor de su árbol que corte el tronco con el diámetro de su soporte para que usted no tenga que sacar la sierra y el hacha en casa.
Árboles de Navidad con cepellones
La siguiente información es importante para los árboles de Navidad con cepellones, sean de un vivero o de su propio jardín: es necesario aclimatar su árbol a las temperaturas de su salón durante su período de descanso invernal real paso a paso (por ejemplo, en el exterior a 0 ºC, luego al garaje / sótano a 10 ºC, y por último al salón a 20 ºC). ¡Y no olvide mantenerlo con humedad! Repita el proceso a la inversa cuando devuelva el árbol al jardín. De este modo tendrá una posibilidad realista de que el árbol sobreviva a su viaje invernal hasta el salón de su casa. Existen además diferencias llamativas en cuanto a la calidad de los árboles de Navidad con cepellones:
Variante 1: árbol cultivado sin ser replantado regularmente. Se saca de la tierra y se mete en un recipiente de plástico. Al hacerlo, sufre cortes en las raíces de la anchura de un dedo. A menudo vuelven a crecerles, saliéndose del tiesto.
Variante 2: árbol replantado regularmente, y por ello en condiciones de formar muchas raíces en espacios muy reducidos; cuando el árbol y su compacto cepellón se trasladan a una nueva ubicación, puede crecer mejor que los árboles de la variante 1. La cantidad de malas hierbas en los recipientes y cepellones es también un factor de calidad.